Entra en vigor la nueva Ley de Propiedad Intelectual, posiblemente la ley más estúpida del mundo

2015 comienza con la entrada en vigor de la nueva Ley de Propiedad Intelectual, posiblemente la ley más estúpida del mundo

Informe de Xnet sobre la reforma a la Ley de Propiedad Intelectual https://xnet-x.net/img/informe-ley-propiedad-intelectual-xnet.pdf

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Acostumbrados como estamos a un gobierno y una oposición que no escuchan ni aceptan ninguna realidad que no convenga a sus amigotes y que temen Internet porque sirve para acabar con la impunidad y los privilegios; una vez más nosotros, los ciudadanos, tendremos que ocuparnos de inutilizar una ley injusta y estúpida.

Xnet ha preparado una batería de acciones de desobediencia civil y en los tribunales.

La era digital será una era de democracia y prosperidad porque es posible y justo que sea así.

¿Cuáles son los problemas de la ley más estúpida del mundo? Aquí un compendio de sus aberraciones.

Ataca la libertad de citar, más todavía, ya que, por grotesco que parezca, en España citar es ilícito.
Ataca la libertad de circulación de la cultura, la información y el conocimiento intentando impedir algo tan necesario y humano como el compartir. [léase este artículo de A. Delgado «Compartir es algo que el ser humano ha hecho toda la vida, solo que ahora lo hacemos online«.]
Afecta masivamente la financiación de la educación en un momento en el que las instituciones educativas luchan para sobrevivir bajo mínimos;
Deniega la presunción de inocencia poniendo en peligro cualquier emprendimiento e innovación en entorno digital: cualquier ciudadano o empresa puede ver cerradas sus webs o servicios online por orden de una comisión administrativa compuesta por personas incompetentes, parciales y sin mandato judicial.
Las entidades de gestión, a pesar de su corrupción y obsolescencia, tras forrarse con el timo del canon digital, ahora pueden forrarse con otros supuestos demenciales.
Y por último esta ley ataca la estructura misma de Internet criminalizando su esencia: el enlace y la copia, sin los cuales Internet no existiría.

A esta ley se suma la Ley Mordaza y en breve el nuevo Código Penal, ambas auténticas aberraciones. Por lo que concierne a Internet, piensan recortar los derechos básicos como la libertad de expresión o el derecho a disentir y organizarnos criminalizando las acciones en redes sociales.

No permitiremos que prospere nada de esto.

Invalidaremos estas leyes atacando desde todos los frentes.

Por cada aberración un contrataque:

Aberración 1: La nueva LPI prevé que el timo del canon -que las entidades de gestión ya no pueden robarnos directamente- se les pague por presupuestos del estado, o sea, que lo paguemos todos.
Pero esta ley reduce enormemente la posibilidad de copiar. El canon se plantea como remuneración a los artistas por las copias que se hacen de sus obras. La aberración, sobre una idea ya aberrante de por sí, consiste en cobrar un canon para algo que ya no se hace en general y que además la propia ley invalida de facto.
Aberración 2: Las entidades de gestión, que ya no pueden cobrar indebidamente con el canon por copia privada (porque las hemos pillado en 2011 tras dos años de lucha ciudadana y hemos conseguido que algunos de sus directivos vayan al banquillo por malversación), tienen en esta ley un montón de caramelos nuevos prebendas y de nuevos impuestos con los que forrarse y malversar si así lo desean: desde mordidas a la educación, hasta mordidas al derecho de cita, la circulación de cultura, conocimiento etc.
Aberración 3: Mientras AEDE, posiblemente la organización más estúpida del mundo, ha forzado la tasa Google y ahora llora porque Google News, que les daba de comer, se ha ido, nosotros por nuestro lado también pondremos en evidencia el sinsentido que supone querer cobrar por citar. Una norma que nace muerta y que les reventará en la cara.
Aberración 4: 5 € por estudiante a todos los centros de enseñanza. Pues va a ser que no.
Como explica el abogado especializado en Internet Javier de la Cueva, «las universidades tendrán que pagar 5 euros por alumno. Si coges el número de alumnos y Universidades, sale a 8 millones de euros anuales a favor de CEDRO. Un disparate».
Aberración 5: Se persiguen como cómplices de delito los que denuncian la injusticia de esta ley.
Aberraciones 6, 7 y 8: sindicados verticales, autoinculpaciónes (eso sí, sin torturas de momento) y escarnio público por ley (que se había suprimido hace casi un siglo).

Para cada una de estas aberraciones, Xnet invitará la sociedad civil a actuar. Será por sorpresa ;) Nos gustan las sorpresas.

No se pierdan ningún episodio.

Mientras, vamos a seguir intercambiando cultura libremente y, cuando haya beneficio, vamos a repartir este beneficio entre los creadores, todos los creadores.

Todos citamos y somos citados, todos informamos y recibimos información, todos contribuimos a que la cultura circule y de esta manera todos creamos cultura. Lo normal es que se repartan las ganancias si las hay y que, si no las hay, simplemente se deje a la cultura circular, ya que solo su circulación le da valor como tal.

Así lo venimos proponiendo desde 2009 a través de un documento legislativo ciudadano, la Carta para la Innovación, la Creatividad y el Acceso al Conocimiento, impulsado por Xnet y avalado por cientos de asociaciones nacionales en internacionales y basado en los dictámenes del Consejo Económico y Social de la ONU (documento nº 17 del 2005) que esta nueva ley infringe junto con otras muchas directivas y acuerdos internacionales.

Con una ley justa se producirían nuevos emprendimientos, más riqueza y mejor distribuida. Así lo demuestra el informe de Series.ly entre centenares de otros.

Así lo dejamos sistematizado ya en 2010 en el Manual de Uso Para La Creatividad Sostenible.

Legislar para el bien de todos, ciudadanos, emprendedores y artistas, es posible pero acabaría con su privilegios. Es necesario e inevitable (véase como alternativa a la nueva LPI, el primer borrador de la la Agenda Positiva de una plataforma común de la sociedad civil para la reforma de los derechos de autor y las medidas para garantizar el desarrollo sostenible de la cultura en el siglo XXI).