Acerca de qué es y qué no es la libertad de expresión. Por una lucha contra los monopolios del acceso a la información.

(NOTA:Cómo miembro de Xnet, tuve el privilegio de participar, durante la edición del 2015 en el Observatorio de Derechos Democráticos en la Era Digital, FCForum, de los debates, sesiones de trabajo y conferencias sobre Internet y derechos civiles con algunos de los activistas más destacados del planeta sobre estos temas entre los que se encuentran muchos compañeros. A los muchos resultados salidos de este encuentro http://2015.fcforum.net/outcomes/ me gustaría añadir esta pequeña reflexión sobre la necesidad de enmarcar correctamente el debate sobre la libertad de expresión en Interrnet)

En un sentido estricto, la libertad de expresión es el derecho fundamental a no sufrir ningún tipo de represalia por parte del poder, por ninguna opinión o información emitida.

Este derecho fundamental puede interpretarse y de hecho se interpreta en un sentido más amplio hasta garantizar el derecho de investigar, recibir y difundir informaciones y opiniones, sin limitaciones geográficas de medios, etc., pero en ningún momento la libertad de expresión incluye el derecho a obligar a nadie a escuchar, publicar o difundir tus opiniones o informaciones.

Decir por ejemplo que “Facebook atenta contra tu libertad de expresión” o “Twitter te censura”, al eliminar contenidos, puede abrir puerta a justificar la intromisión de la administración en la libertad editorial de cada uno o en la autonomía de comunidades digitales para elegir sus contenidos y sería una pendiente resbaladiza que trivializa los problemas reales de libertad de expresión que existen todavía en nuestras sociedades. Además se ocultan los que creemos que son los verdaderos problemas: cómo el ágora de debate público que deberían ser las redes sociales está privatizada, tapiada y gestionada como un jardín cerrado por las grandes multinacionales; o cómo el peligro para la libertad humana reside hoy en día tanto en la clásica represión de la libertad de expresión como en el moderno control del acceso a la información.

Dicho de otro modo, hay un debate de primera necesidad y una batalla digna de ser librada sobre la manera en la que Facebook, Twitter, Google, Instagram… están destruyendo la libre conversación global, pero quizá ese debate no deba ser enmarcado dentro del debate clásico sobre libertad de expresión sino de un debate del siglo XXI sobre acceso a la información propio de una sociedad del siglo XXI en el que el riesgo está basculando desde el control de la emisión hasta el control de la atención. Solo así lograremos avanzar hacia la creación de espacios de información y conversación global que puedan ser gestionados como bienes comunes, con apoyo y recursos públicos de ser necesarios y no como monopolios privados, y que técnicamente funcionen de forma cada vez más segura y distribuida.

Sergio Salgado

Xnet