Exposición introductoria del FCForum 2015
Foro Internacional Internet y Democracia organizado por Xnet
Escrito por Simona Levi de Xnet (organizadores)
Cuando algo pasa de ser un instrumento para la democracia y la justicia a ser un «valor», un lema, un fin en sí mismo, es que tenemos un problema. Mirad lo que nos han hecho con el «Amor», la «Paz», la «Unión»…,la “Democracia”, la “Justicia”…
La «transparencia» y la «privacidad», se han convertido en armas arrojadizas en manos de la propaganda de unos y de otros cuando la «transparencia» sirve para acorralar a la gente que, de manera anónima, filtra información relevante, información que se nos oculta o cuando desobedecen para modificar leyes injustas, o cuando. La «privacidad» se utiliza para borrar los crímenes de banqueros, políticos y grandes monopolios.
En las tertulias se criminalizan, con total naturalidad, a activistas porque “no se sabe quienes son” mientras quese defiende a gángsters institucionales porque “los políticos también tienen derecho a su privacidad”.
En la era post revelaciones de Snowden, a la pregunta de dónde ponemos el límite, los activistas por los derechos digitales tenemos damos una respuesta sin ambigüedades: “Transparencia para los gobiernos; privacidad para todos nosotros”.
En una situación de asimetría evidente entre el establishment, que tiene todo tipo de recursos para perpetrar abusos y el resto de la población, debemos abogar por una transparencia radical que implique además claridad y accesibilidad para el gobierno, los partidos políticos, las instituciones, las grandes fortunas y las estructuras tanto públicas como privadas — que tengan impacto sobre más del 10% de la población; y esto implica a todos sus miembros mientras estén en ejercicio, sin derecho al olvido.
Del mismo modo, debemos preservar para el resto de las personas o para los grupos de ciudadanos independientes que se junten a resolver cualquier problema, un radical respeto por su privacidad, anonimato o derecho a ser vistos sin ser reconocidos [1].
Se ha de parar los pies a la demagogia hábilmente disfrazada de tecnofobia sensiblera, que nos cuenta que todos debemos ser identificados e identificables en las redes por nuestro bien y, cómo no, por nuestra seguridad. Si dejamos abrirse esta brecha represiva en el espacio virtual, trasladarla al espacio físico está solo a un paso.
Siempre y en todos los espacios, los delitos deben y pueden ser perseguidos sin socavar los derechos fundamentales [2].
Nadie con mínimos rudimentos de historia y en su sano juicio pediría que, cuando llevamos una carta a Correos, tuviéramos que dejarla abierta para que el cartero, a su antojo y sin mandato judicial, pueda echar un vistazo a lo que escribimos no sea que seamos terroristas, pedófilos o simplemente expresemos algo que esté en desacuerdo con alguna ley vigente.
Transparencia & Participación
Por otra parte, no queremos transformar la transparencia que hemos defendido en el 15M en un valor moralista que sirva para el lavado de cara de unos y otros. Los abanderados de la Transparencia & la Participación hoy en día suelen anunciar programas colaborativos, que no lo son o lo son poco y mal; listas abiertas que no lo son, o lo son demasiado o demasiado poco; y cuentas transparentes que son imposibles de descifrar. Es el poder de la propaganda contra el poder de la inteligencia. Ya sabemos quien gana: el que escriba la Historia.
“Transparencia & Participación” son las nuevas promesas de la Demagogia 3.0. Esto es lo que ocurre cuando una hipótesis proyectual para un cambio radical se le arrebata a la gente que lucha desde sus lugares de acción y se transforma en un lema con copyright de marcas electorales y con un diseño hegemónico sobre todos nosotros; “Transparencia & Participación “se convierten en “La Dictadura del Proletariado” de la post posmodernidad, en la falsa nueva política: una simple mentira.
No pueden ser “ellos” los garantes de su ejecución, serían juez y parte. Debemos construir los cauces para que pueda ser controlada desde el común, tal y como ya se hace en muchas comunidades online y como propuso el Partido X con el prototipo de Democracia y Punto [3].
Queremos que la transparencia siga siendo una herramienta efectiva para la acción y la transformación, para una democracia real.
Por esto, además, hay que preguntarse no sólo cómo crear cauces para acceder y liberar información, sino también qué hacer con esta información y quién tiene que hacer algo con ella.
Mientras luchamos para crear nuevas instituciones que sí tengan estos cauces, las filtraciones ciudadanas han demostrado, de momento, tener un valor incalculable para desmantelar el ecosistema de corrupción que permitía la continuidad de las instituciones anteriores.
De lo divino y lo humano y de qué tiene que ver la prensa con todo ello
Creando 15MpaRato, la querella que impulsó el caso Bankia, y un año más tarde, la filtración de los Correos de Blesa, los documentos que llevaron a las Tarjetas Negras, aprendimos muchas cosas, una del todo inesperada: no es difícil imputar banqueros y políticos; lo difícil es que se sepa que no lo han hecho sus iguales, sino gente de a pie, gente normal y corriente. Ni la Prensa, ni los partidos, ni los jueces, ni los gobiernos están dispuestos a contar y reconocer que esto puede hacerlo cualquiera. Ninguno de ellos quiere perder su aura divina, ninguno de ellos quiere reconocer que sin las muchas y muchas personas que actúan, nada de esto estaría ocurriendo y eso a pesar de que el 15M ha dejado buena constancia de ello.
Como ciudadanos de a pie, desde dentro del caso Bankia, descubrimos cuánto esfuerzo requiere conseguir un informe; que una prueba sea aceptada por el tribunal; que un testimonio sea tomado en consideración por la prensa y no coaptado por los partidos políticos. El cambio que se ha dado contra la corrupción después del 15M es porque cada vez hay más ciudadanos que no soltamos la presa, que dale que te pego conseguimos el informe, la prueba o difundimos un testimonio; y ya no estamos aislados, somos redes con muchos apoyos, cuando uno cae, sabemos que otro tomará el relevo.
Aun así, lo más normal es que los medios digan cosas como: “Un informe de la CNMV, a la que ha tenido acceso este diario, dice que… “.
La imagen que nos transmite una frase como esta es de una CNMV.”, ¡Tan buenas personas! que de sol a sol curran haciendo informes y que luego estos informes caen del cielo en un bosque muy tenebroso, donde por casualidad estaba paseando algún director, de algún diario…
En nuestra humilde experiencia, los informes se hacen cuando ya no tienen más remedio, cuando los tienes contra las cuerdas y no pueden zafarse; a Rato lo sueltan como lastre después de dos años de aportar pruebas abrumadoras, y la prensa accede porque alguien quiere, de uno u otro bando, incluido el nuestro.
El Monopolio de la Verdad TM que ha estado vigente hasta ahora era la Trinidad Medios (los “serios”), Gobierno y Partidos. Entre ellos hay un pacto tácito por el que no se tiene que saber que existe algo que traza la historia fuera de este triángulo.
En realidad esta Trinidad es la que tiene más interés en que todo se mantenga igual.
Dentro de este contexto, sigue habiendo cientos de periodistas que creen en la función social de su profesión, que investigan y que saben lo importante de la cooperación con la ciudadanía activa. Con ellos debemos crear un nuevo contrato de colaboración que permita que se escriba la historia tal y como la estamos forjando entre todos.
En cooperación deconstruimos un relato que nos quiere pasivos. No es sólo por dignidad y memoria histórica, es también para dar alas al nuevo modelo que es el que está cambiando las cosas. Cuanto más se sepa, más seremos y cuanto más seamos, más éxito tendrá.
Es urgente. Porque como siempre, cuando el sistema se ve acorralado,genera leyes liberticidas para proteger el statu quo. Desde Wikileaks a Snowden, de Falciani, a la Gurtel, al caso Pujol o a la Púnica hasta los Correos de Blesa y los papeles de Bárcenas, las filtraciones ciudadanas que se han abierto camino en los medios han quebrado tramas de estado vigentes desde hace más de 30 años. Y
las respuestas no se han hecho esperar: aquí la ley Torquemada [4] o los sistemas de vigilancia escondidos en la aparentemente inocua Ley de Cine [5], en otros lugares, un impulso a una nueva doctrina jurídica [6] por la cual, en nombre de la recuperación económica —que como excusa nunca se agota—, se considera criminal cualquier revelación que pueda afectar secretos de empresas privadas. Mira por donde, de tener recorrido, todos los casos antes mencionados, desde Falciani, a la Gurtel, al caso Pujol o a la Púnica hasta los Correos de Blesa y los papeles de Bárcenas no serían considerados no válidos y quienes los denunciaron serían tratados como criminales. Et voilà!
Se trata, en suma, de establecer una alianza entre los profesionales de la información y la ciudadanía que ha decidido sacar a la luz la información necesaria, reconociéndonos mutuamente y con una responsabilidad común y, al mismo tiempo, darnos medios de protección mutua contra el control y los recortes de la libertad de expresión y de acción.
El objetivo es ser una sociedad civil empoderada que acceda libremente a la información y la gestione para vigilar sus propias instituciones.
Democracia que algunos la llaman.
La paradoja del anonimato y del reconocimiento
Por esto, es tan importante para nosotros tanto la lucha para la protección de las fuentes como la lucha por su reconocimiento por parte de la prensa, de los gobiernos, de las instituciones y de los partidos políticos.
Preservar nuestra privacidad y ser reconocidos no están reñidos.
Los Zapatistas lo explican muy gráficamente cuando dicen «Escondemos la cara para poder ser vistos».
No es importante saber exactamente quién es el que hace, pero sí es importante saber que por todas partes hay personas que toman carta en asuntos donde las instituciones hacen dejación de funciones. Y si no la hay, puede que la haya. Cualquiera debe ver preservada su posibilidad de denunciar abusos sin sufrir represalias por ello. Aunque no la ejerza jamás.
Esto en ningún caso debería ser una excepción ni debería ser fuente de peligro o de persecución, ni mucho menos debería devastar la vida de la gente y su intimidad.
Esto debería ser algo establecido y protegido, en un estado de derecho.
Una vez más exigir la protección legal de nuestros datos no debe llevarnos a culpar a la tecnología. El respeto es una cuestión política y de derechos y libertades como siempre lo ha sido, antes y después de Internet.
La circulación de datos puede ser usada en nuestro beneficio y no en nuestra contra.
En el quinto año de la era 15M, sabemos que estamos avanzando defendiendo y haciendo un uso colectivo e implacable de nuestro derecho a saber y a informar, a ser vistos y reconocidos sin ser perseguidos, y para defender estas libertades, vamos a organizarnos.
Notas y referencias:
[1] STOA – Documento comisionado por el Parlamento Europeo
“En este momento la encriptación es el único medio para defenderse de la vigilancia masiva».
http://www.europarl.europa.eu/stoa/cms/cache/offonce/home/publications/studies;jsessionid=490A3E7E5D44BEDAA600139DBB98DBAB?reference=EPRS_STU(2015)527409
[2] El informe de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos
“La vigilancia invasiva, así como la recogida y el almacenamiento de datos personales derivados de la comunicación digital —si forma parte de programas de vigilancia dirigida o masiva— no solo puede infringir el derecho a la privacidad, sino también un rango de otros derechos fundamentales.”
https://www.fayerwayer.com/2014/07/onu-la-vigilancia-masiva-necesita-controles-que-respeten-dd-hh/
[3] Ley Torquemada
https://xnet-x.net/ley-torquemada-como-nos-afecta-como-defendernos
[4] Democracia y Punto
http://partidox.org/democracia-y-punto/
[5] En la Ley del Cine: “Más de 1 millón de euros serán destinados a sistemas de escucha en «ambientes hostiles» y otros 4 millones a la geolocalización a través del móvil”
http://www.eldiario.es/politica/Gobierno-escuchas-seguimientos-Ley-Cine_0_426958224.html
[6] Xnet contra la Directiva Europea de Secretos Comerciales
https://xnet-x.net/directiva-secretos-comerciales/
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