No hemos terminado. R-evolución. Simona Levi #spanishrevolution.
Lo que puedo aportar son básicamente unas notas de trabajo al hilo de la acción de estos últimos meses sobre el tipo de lucha que hemos estado construyendo a lo largo de estos años y, a nivel práctico, cómo encarar los problemas que nos estamos encontrando en este momento.
Defensa de Internet, #15m y neutralidad en la red.
Consideramos que la lucha de la que hemos participado para la defensa de Internet y del compartir ha sido crucial para llegar al movimiento del #15m.
Crucial a varios niveles.
Por la madurez que ha creado de forma transversal en la opinión pública, tanto en el defender algo que posee y le quieren arrebatar como es elInternet neutral, como en las formas éticas de relacionarse.
Nuevas formas de democracia.
Es evidente que el uso de la red de redes está cambiando la historia de la humanidad. No solamente está permitiendo formas capilares de contrainformación y de autoorganización; no solamente los poderes fácticos están atónitos ante el fin de la univocidad de sus mensajes, de sus monólogos, frente al fin en tiempo real de la impunidad de decisiones para perpetrar su poder y sus propios intereses, sino que la gente – a través de la red y como la red – está acabando dialécticamente con la atomización de las ideas de cambio y con la endogamia de los grupos, estableciendo una nueva ética basada en el reconocimiento de los méritos y habilidades de cada persona, permitiendo su madurez y autonomía y normalizando formas de organización donde el control es descentralizado, el usuario final empoderado, y la distribución de recursos, compartida.
La netiqueta [1] ha enseñado y vertebra el comportamiento de las personas en el grupo, resolviendo al menos en parte uno de los problemas que siempre hemos tenido en los movimientos: el aspecto psicológico, la realización de cada persona en la lucha. Esta dimensión, que se suele descuidar, es una de las que más contribuyen a la destrucción de los movimientos.
Con el mismo medio, aunque por razones en parte diferentes aquí que, por ejemplo, en los países árabes, la opinión pública se ha preparado para la r-evolución.
No solo es posible cuando se toca fondo, no solo es posible por la desesperación, sino también cuando nos dotamos de herramientas que nos permitan pensar y desarrollar autonomía, pensamiento e inteligencia.
Ya en nuestro texto para el FCForum del 2010 [2] explicábamos que la evolución de la opinión pública española sobre la defensa deInternet y en contra de la ley Sinde no era una anécdota sino la construcción de algo.
En el texto se decía que «en el estado español:
– Compartir es legal y la gente lucha masivamente para que así sea;
– Una tienda pequeña tumba por la vía legal a las mayores multinacionales del entretenimiento quitándoles (eso esperamos) su mayor fuente de financiación que es el canon;
– Las prácticas anacrónicas de las entidades de gestión y de los lobbies de las industrias culturales han creado una conciencia muy clara de los abusos que se estaban cometiendo y de los defectos legislativos, así como una opinión pública muy formada y activa sobre temas aparentemente técnicos y, aparentemente, no de vida o muerte;
– Más de 200.000 personas se adhieren al manifiesto “en defensa de los derechos fundamentales enInternet” y a las acciones contra la ley Sinde como la Lista de Sinde o la constitución de Red Sostenible, etc.;
– 200.000 personas interactúan con el d’Evolution Summit durante la cumbre de ministros de la UE;
– Se echa a un ministro en 2009 con la campaña Molina Pírate.
O sea, Spain no se debe tratar como una excepción en vía de extinción, sino como una palanca, como un punto de partida.», una primera victoria para una lucha más amplia.
La conciencia de que es necesario defenderInternet ha calado muy hondo y, junto con la articulación de las luchas en las redes sociales, ha sido el campo de entrenamiento y de empoderamiento y la mecha subyacente a la explosión del movimiento #15m (que naturalmente bebe y se constituye por la convergencia de muchos años de muchas luchas muy diversas, además de la posibilidad de compartir masiva y colectivamente el hartazgo antes vivido en privado).
#Globalrevolution.
Dicho esto como premisa, miro cómo nos hemos desenvuelto en este contexto apuntando algunas «leyes» básicas:
Los tempos
Como muy bien definió una compañera de DRY, se trata de:
Primero indignar; segundo, informar y, tercero, hacer que cale la estrategia.
Se trata de encenderte no de enseñarte, decía Jean Genet.
Y añado una cuarta fase: normalizar el mainstream, ofrecernos a ser cooptados,
Poner en evidencia la falsedad de los lugares comunes con ironía y sentido común, no con el dogma. No educamos; compartimos y magnificamos percepciones comunes.
Contrariamente a los que dicen algunos últimamente, tenemos prisa. Nuestro tempo es el tempo histórico, no el tempo psicológico. Para convencernos de ello usamos una frase de Andretti, corredor de fórmula 1, que dice: “Si todo parece estar bajo control es que no estás yendo lo bastante rápido”.
Los espacios
1 – El trabajo que se realiza en la sombra es por grupos de afinidad y colaboraciones en la red.
Preferimos primar un espacio protegido y no abierto, aunque en red con la red, para que la intensidad de la lucha se encare en un ambiente psicológicamente saneado.
2 – El trabajo que se realiza hacia fuera es de dos tipos: son presencias anónimas y virales, controladas pero incontables, inapresables y que todo el mundo puede hacer suyas;
O, sino, es un trabajo abiertamente de marca por grupo de afinidad o por alianzas en red. Participamos de varias de estas marcas en el campo de la lucha por los derechos en el entorno digital, cada una con un entramado y complicidades diferentes y que cubre un target diferente: Xnet es más bien una asesoría; los Oxcars es un show que rescata – o al menos lo intenta – a la comunidad artística de su papel de siervos y excusa para la privatización del conocimiento y la destrucción de la neutralidad de la red, un ejemplo práctico para normalizar a nivel de mainstream la cultura libre, una exhibición que se ofrece abiertamente a la cooptación por parte del sistema y de cualquiera que se pase por ahí; el FCForum, un lobby internacional muy serio, un caballo de troya en ministerios y comisiones europeas; o Red Sostenible, la marca de lobby española…
Estas son solo algunas. Nadie sabe cuántas son, cuántos son y quiénes, quién es el responsable, ni lo que van a hacer pero son marca a la luz del día, puedes relacionarte con ellas y obtener buenos resultados.
3 – Por último, en tiempos de bonanza nos diluimos, poniendo nuestras habilidades al servicio de las decisiones colectivas; nos diluimos en la asamblea general del pueblo que, con su inteligencia colectiva apabullante, no deja de sorprendernos a pesar de haberla teorizado: cuando todo está perdido, una asamblea madura, de gente que tiene opinión propia y que se ha formado y contrainformado en la red, libre de dogmas de uno u otro color, una asamblea de entre 1000 y 4000 completos desconocidos, misteriosamente hace la cosa justa.
No siempre se dan estas circunstancias. En momentos de reflujo el espacio sano de la asamblea lo suelen ocupar «reiteradores» que intentan convencerse a sí mismos que a fuerza de repetir las mismas palabras estas tiene vigencia, sin darse cuenta que tan solo producen una fuga generalizada a otros espacios, dejándoles frente a una asamblea de si mismos.
El cómo
Últimamente estamos diciendo:
Sé radical, pide lo posible.
Aquí llega un aspecto violentamente confrontativo con un sector – pequeño, por suerte – del movimiento 15m. Si se me permite una simplificación un poco caricaturesca debida a la exasperación por la cantidad de horas que hemos dedicado a debatir con él, este sector está constituido por los que consideramos el verdadero problema. Trolls a parte, estoy hablando por un lado de los radicales “puros”, que piensan que el sistema no se puede reformar – hasta aquí de acuerdo – pero que también sabotean los intentos de utilizar demandas reformistas como forma de guerrilla; y, por otro lado, de los “intelectuales críticos”, que no se ven mucho por las asambleas porque están ocupados reescribiendo la historia con texto del tipo “ahora, ¿qué? Un 19j pacífico destruye el potencial revolucionario”.
Creemos que en este momento las demandas de reformas estructuradas de manera pragmática y no ideológica son la única forma de transformar profundamente el sistema actual; porque el sistema está preparado para encarar enemigos pero no para que estallen sus propias contradicciones internas.
Encarar el sistema a un imposible ontológico, «destrúyete», ya le ofrece su defensa, la de ser tu antagonista. Si fuerzas a un sistema cerrado en torno a sus privilegios a «mejorarse», solo le queda la deserción y la fuga como salida. Todo sabemos que al enemigo hay que dejarle una vía de salida si queremos ganar.
También debemos aprender a ganar. En estos días de grandes victorias vemos claramente lo que cuesta aceptarlas como tales.
No sabemos ganar. Quien magnifica el enfrentamiento no consigue «hacer» porque el enfrentamiento es su «hacer». Ahora que estamos ganando se deben abandonar posturas de trinchera desde la libertad de mediar con nuestras dependencias sin necesidad de destruir.
Siempre que hay transformación hay pérdida, también en los cambios positivos, y no por eso no han de producirse. Tenemos que ser conscientes de ello para sobrellevar la nostalgia.
Lo que ha destruido grandes experimentos revolucionarios es el miedo interno a lo nuevo; por eso nos interesa la cooptación de nuestro mensaje, y nos interesa asumirla como una victoria.
Quizás esto que voy a decir sea un poco «islandés», pero lo comparto con mucha gente del movimiento del 15m.
Si en tan solo un mes los políticos han dado ya varios pasos intentando copiar o aplicar nuestras demandas, nos debemos alegrar y marcarlo como victoria.
Con VdVivienda no nos marcarnos este tanto cuando la Chacón puso la “ayuda para jóvenes” [3]. Es difícil marcarse como un tanto una tal infamia pero el no hacerlo posiblemente fue lo que nos hundió entonces.
Porque la acusación que más daño nos hace, ya que nos hace perder comunicación con gran parte de la gente, no es que seamos unos violentos, sino que seamos una chavalada que protesta sin nada que proponer e incapaz de gobernarse.
Claro que los políticos que intentan picotear de lo que decimos lo hacen mal, claro que lo hacen por populismo, pero están siendo obligados a hacerlo porque así lo hemos exigido. Claro que es una payasada, pero debemos celebrarlo como victoria, cada vez, porque demuestra que nos tienen miedo, porque, nos guste o no, somos votos, y perder votos es el despido para ellos. ¿no era lo que queríamos, despedirlos?
Nuestra fuerza es introducir dudas en sus cabezas, pesadillas, a veces (contadas veces) pensamientos de justicia que nunca se hubieran imaginado llegar a tener. Quebrar su estructura psíquica, su tranquilidad intocable.
Las técnicas de escrache son esenciales.
Es curioso ver que los que niegan está opción táctica, luego defienden fervorosamente las protestas contra las retallades, los recortes, como si esta no fuera la demanda más reformista y como si antes de las retallades el mundo hubiese sido bueno.
Esta guerra es una guerra del lenguaje
El primer cambio ha de ser en el lenguaje, desde una profunda autocrítica. Ya no podemos complacernos en el martirio de pedir lo imposible; hemos de evolucionar de nuestro papel de antagonistas perdedores. Si el propio lenguaje que utilizamos es incomprensible es para hacernos los incomprendidos.
Tenemos que ser responsables de nuestros actos.
Si no somos leíbles para la mayoría, ayudamos a la fascistización de la sociedad.
Por la euforia y luego la fuerza que nos dio vernos unidos en tan grande multitud en el movimiento 15m, algunos están intentando imponer estéticas y lenguaje, dogmas que están en el tintero y que repiten como mantras desde hace ya muchos años. Es normal, son palabras por las que hemos luchado mucho y a las que tenemos mucho apego, pero son palabras muy connotadas y marchitas.
Que se me entienda bien, por favor: una cosa son las palabras y otra las ideas, que pueden ser excelentes pero que a menudo se pueden expresar, digamos, con sinónimos, teniendo al fin y al cabo el mismo objetivo.
El consenso masivo que hemos alcanzado con el movimiento 15m justamente no viene de ninguna de las palabras que llevamos años repitiendo.
Las palabras nuevas son, por ejemplo, «Islandia» o «Indignaos», un librillo flojísimo en los contenidos pero que introduce un imaginario inclusivo y una palabra todavía sin explotar.
Nos estamos confundiendo; no estamos ganando por lo que siempre hemos dicho, sino por lo que siempre hemos defendido dicho con otras palabras y en un orden de menor a mayor: primero viene la abolición práctica de privilegios y luego la justicia global. Así nació el 15m y esta es su ola, queramos o no.
Lo que llevamos tiempo defendiendo ya conforma esta ola, cae por su propio peso y debemos decirlo con estéticas y palabras nuevas, ganadoras.
Las antiguas solo evocan derrota y división y ahora es el momento de la victoria y de una infinita diversidad con unos pocos mínimos comunes denominadores. Una asociación global de egoístas reformistas radicales.
Hemos de estar presentes a todos los niveles. Debemos trabajar la implementación de la democracia directa pero también desmantelar el poder existente por dentro y su imagen mediática y memética. Hemos de ser tácticos con las palabras y con los actos. Pensar una acción por el resultado real y concreto que quiere obtener, no por razones viscerales o de justicia en abstracto…
Si le pides a la gente que odie su forma de vida se pondrán en tu contra; si compartes el odio por las mismas frustraciones, seremos invencibles.
Como dicen muy banalmente los islandeses, «ocupar los medios para ganarse a la gente que mira la tele».
¿no queremos este gran consenso? ¿qué pasa?, ¿no queremos mezclarnos con el pueblo? Si usamos el lenguaje que entiende la mayoría, naturalmente estaremos usando un lenguaje copado por el sistema. ¿y? ¿cuál es el problema?
Lo que pide la gente (y yo me incluyo) es comprender las leyes que nos rigen. La gente empieza a ver que las leyes son textos accesibles y bastante surrealistas, escritos por simples mortales muy asustados de perder algunos de sus privilegios. Esta es la base del gran empoderamiento de las personas en este momento.
Ya no le tienen respeto a la ley y no me refiero a la idea de «ley», sino a la «ley» cosa. La leen y la comentan. Ya no delegan esta operación a los especialistas.
Nosotros hemos estado trabajando así ya desde los tiempos de la ordenanza contra el civismo (2005).
La parte principal de juego para nosotras es estudiar la ley, comprenderla, explicarla con otras palabras, ponerla en ridículo, hackearla para inutilizarla, destruir su autoridad sustituyéndola por otros cauces positivos que, finalmente, sean cooptados con el mal gusto y retraso que caracteriza al sistema, haciendo tabula rasa de lo anterior.
Cuáles son las principales urgencias ahora, de cara a la #globalrevolution
1 – Realizar un fork entre «imaginario islandés» y «imaginario griego» para que ambas puedan convivir sin cortarse las alas la una a la otra.
Lo que nos está resultando más difícil estos días es luchar contra el proverbio “mejor permanecer unidos” cuando la tensión interna es paralizante y cuando en realidad nuestra fuerza justamente es tener mil caras y mil nombres.
2 – Ha llegado el momento de mostrar resultados inmediatos. Estamos en ello.
3 – Para todo esto hay que generar economía. Si no liberamos tiempo de trabajo político dentro del capitalismo, nos vencerán.
Conservas, la asociación cultural que tenemos montada, como institución cultural «anómala», considera el dinero de las subvenciones culturales como un aporte importante para la r-evolución, siendo la cultura como la entendemos ingrediente fundamental de la r-evolución.
Obviamente, esto también ha supuesto bienestar a sus miembros, porque como decía antes, la precariedad resta mucha energía a la r-evolución; se necesita la salud económica de los artivistas, así como la de todo el mundo para hacer frente al sistema que hemos de cambiar.
Ahora que ya no hay subvenciones a la cultura, debemos redireccionar la letanía del sector cultural de “queremos más dinero para los artistas”. La pregunta no es cómo la sociedad dará de comer a los artistas; sino de dónde sacarán dinero los artistas para llevarlo a la r-evolución y a la sociedad. De esto se trataba con las subvenciones culturales y de esto se debe de tratar para cualquier otra fuente de ingreso de la cultura y de los agentes culturales.
Aparte de esto, estamos estudiando los sistemas de micro-créditos y crowdfunding para que dejen ese aspecto pauperístico y caritativo y se conviertan en fuentes de autofinanciación reales dentro y contra el sistema capitalista, en una dimensión más venture anarquism, parafraseando al amigo d. Kleiner, el Telekommunisten.
Como continuación del Manual de Uso para la Creatividad Sostenible en la Era Digital que publicamos este año con el FCForum [4], estamos experimentando «fórmulas concebidas para permitir que los comuneros (todos aquellos sujetos que participan activamente en la producción, reproducción y gestión de los bienes comunes) compartan y exploten el procomún, pero condicionando el modo en que las empresas o entidades lucrativas se relacionan con dicho procomún».
En aquellos casos en que se generen beneficios, la comunidad “creadora” debe percibir parte de esos beneficios.
Xnet (ex exgae) propone que el 15% de los beneficios obtenidos por las plataformas de distribución de contenidos se redistribuyan entre quienes aportaron contenidos a dichas plataformas según una estimación de raíz cúbica indirectamente proporcional basada en una escala de 1 a 1000 que va desde las obras con mayor número de visitas hasta una cantidad mínima acordada.
Por último, pedir el fin de los privilegios de políticos, banqueros y ricos no es tan solo un posicionamiento ético; es una forma de crear presupuesto que perseguimos realmente.
Esto es todo.
Justicia y calidad
Simona Levi
«Notas de trabajo para una r-evolución (versión actualizada el 18.04.12)«
Barcelona, 23 de junio de 2011
Licencia: puedes hacer lo que quieras con este texto mencionando la autoría
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Nota
[1] Fragmentos del Manual de Netiqueta de hacktivistas.net
Piensa, desarrolla y después actúa
Antes de lanzar una idea, investiga. Puede que otro la tuviera antes que tú y la pusiera en marcha. Lo contrario sería especular con la no existencia de ese proyecto con anterioridad.
En la propuesta, proyecto, etc. Deberás contar qué recursos necesitas, de qué recursos dispones tú y, lo más importante de todo, qué vas a aportar. El hacktivismo se compone de dos partes: una son conocimientos, la otra son ganas. No es necesario que sepas intervenir las comunicaciones de medio planeta, otros se encargarán de esa parte, pero tú tendrás que aportar al proyecto todo lo que puedas, porque ha sido idea tuya y eres el máximo interesado.
Pero lo más importante es que hagas un seguimiento de tu propuesta. Lanzar ideas al vuelo y olvidarte de ellas es una pérdida de energía. De la energía de todas nosotras. Los hilos sin continuidad acaban por aparecer tarde o temprano, y convierten en humo el trabajo invertido en ellos.
Existen muchos miembros que están especializados en un tema concreto; hay que reconocer las habilidades de cada persona.
Los puntos de vista.
Dicen que lo realmente difícil es entender a tu interlocutor. Estamos demasiado ocupadas pensando una respuesta para entender lo que nos dicen. En hacktivistas somos pioneras en leer, entender, y después, si no queda más remedio, opinar. Vamos a ponernos en tu lugar antes de mostrar el desacuerdo contigo. Y esperamos que tú hagas lo mismo por nosotras. Existen dos opciones que puedes valorar, y verás que ninguna de ellas es la correcta. Por un lado puedes dar por sentado que cada cual tiene una opinión válida que debe ser sometida a un diálogo del que pueda surgir una acción colectiva. Necesario si se quiere fomentar la participación. La otra opción es suponer que todas somos idiotas, y que no tenemos ningún derecho a equivocarnos, descartando así el mensaje. Como ves, ninguna de las dos suposiciones son del todo fiables. Por eso nofs situamos en el centro. En la opción de entender antes de actuar.
[2] http://xnet-x.net/impuesto-sobre-conexion-a-internet
[3] http://economia.Elpais.Com/economia/2007/09/18/actualidad/1190100777_850215.html