Empecemos por las buenas noticias que quienes llevamos décadas luchando por el software libre deberíamos recordar más a menudo: estamos en 2024 y Linux, en particular, y el software libre, en general, han ganado.
En 2001, Linus Torvalds afirmó que Linux triunfaría cuando Microsoft desarrollase software para su sistema operativo, algo que parecía imposible. Ese mismo año, Steve Ballmer, CEO de Microsoft, calificó a Linux como “un cáncer que se adhiere a todo lo que toca en términos de propiedad intelectual”. Sin embargo, solo 10 años después, Microsoft compró Skype y no le quedó más remedio que continuar y actualizar la oficial de Skype para Linux.
Hoy, el sistema operativo más usado en el mundo es Linux y domina el mercado de smartphones. Aunque es polémico llamarlo así, técnicamente Android debería denominarse Android-Linux, como usamos GNU/Linux para referirnos a Debian, Ubuntu o Arch Linux. Además, Linux casi monopoliza los superordenadores, es dominante en los servidores, y gran parte de Internet funciona gracias a él. Incluso Microsoft ha abrazado Linux y lo utiliza en sus propios servidores. Su famosa táctica de «Fear, Uncertainty, and Doubt» quedó atrás, sustituida por «Embrace, Extend, Extinguish», una estrategia clave para su éxito actual. Sin Linux, la infraestructura digital moderna no existiría.
Pero no se trata solo de Linux. En 2024, el Software Libre y de Código Abierto ha ganado. Las grandes corporaciones, como Google, Amazon o Microsoft, dependen de tecnologías basadas en el Software Libre y de Código Abierto para sus infraestructuras y son la columna vertebral de Internet y del ecosistema tecnológico global, demostrando que la colaboración abierta es esencial para el éxito a gran escala.
Aunque la victoria incontestable no sea como la habíamos imaginado (así son siempre las victorias) muchos de estos debates ahora en boga fueron anticipados desde los inicios. Este problema y este debate está presente con diferente gravedad o diferentes términos desde los orígenes del software libre y los debates entre software libre y software de código abierto. Ahora nos toca gestionar este triunfo, porque es en la cima donde el viento sopla más fuerte, y hay un problema crítico que amenaza lo que hemos conseguido.
Ahora bien, lo que sí que ha cambiado en los últimos años es el epicentro de la batalla. La clave ya no es usar Software Libre y de Código Abierto, eso lo hace desde Google hasta los activistas. La cuestión no es si el software es libre sino si además está autoalojado en servidores “soberanos” algo que hemos tenido muy en cuenta nuestro día a día en Xnet con Maadix y en nuestros proyectos como el de #Digitalización Democrática de las escuelas.
En un breve post, que escribe Diego Germán para Ubuntu, se abordan algunos de estos problemas del Software Libre y de Código Abierto en 2024. Un problema derivado del éxito que hay que evitar que acabe en muerte por éxito.
Las grandes empresas tecnológicas del siglo XXI han construido productos estrella «tomando» de las comunidades de software libre y de código abierto sin dar nada a cambio. Nadie lo explica mejor que XKCD en esta viñeta.
Este parasitismo provoca agotamiento y hartazgo en los desarrolladores y lleva a problemas de seguridad global como Heartbleed, los backdoors de XZ Utils o Log4Shell. Fallos tan graves que expusieron contraseñas e información personal en servidores y aplicaciones críticas en todo el mundo. Internet ha ardido varias veces en esta década por el mismo problema.
Por eso, estos monopolios millonarios se plantean contribuir más al esfuerzo de los desarrolladores (es broma). En lugar de eso, proponen poder exigir a los desarrolladores voluntarios dar mantenimiento prioritarios a sus grandes empresas.
Y este problema global se reproduce a nivel local. Si tienes éxito en tu proyecto de Software Libre y de Código Abierto y quieres vivir de tu trabajo en algún momento encontraras un problema: cómo proteger lo que has producido de gigantes tecnológicos monopolísticos con ventajas abrumadoras propiedad de oligarcas multimillonarios que revendieron tu software sin aportar nada ni a su desarrollo ni a tu organización.
El debate sobre el parasitismo corporativo y la necesidad de actualizar las licencias para abordar estos problemas es el tema clave. Creemos que ha llegado el momento de plantear que las licencias de Software Libre y de Código Abierto se reformen para obligar a los beneficiarios a contribuir en proporción a las comunidades de desarrollo y mantenimiento. O quizá esa tampoco sea la solución, pero urge decidir cuál es. En cualquier caso, es un debate que debemos abrir o los de siempre lo cerrarán a su favor.
La imposición de la casilla de verificación en WordPress.org ha sido la gota que colmó el vaso. Muchos lo ven como una como una pelea entres millonarios y otros como una traición a los ideales colaborativos y abiertos. Pero, ¿desde cuándo es un ideal permanecer fiel a dogmas cuando todo lo demás ha cambiado?
La empresa acusada por el fundador de WordPress de parasitismo ha amenazado con denunciarlo por decirlo y acusarlo de extorsión. Pueden llamarlo extorsión o como quieran, pero las grandes empresas que extraigan márgenes de beneficio enormes deben pagar, y la única manera es que estén obligadas legalmente. Una forma de conseguirlo es especificando esto en las licencias de uso.
Durante años, junto a asociaciones civiles de todo el mundo, Xnet ha contribuido a la campaña Public Money, Public Code para que el software financiado con dinero público sea automáticamente licenciado como software libre. Si no solucionamos este problema del parasitismo de los monopolios, sólo conseguiremos que también parasiten el dinero público, además de los esfuerzos de la comunidad.
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